viernes, 24 de agosto de 2007

Mi pecho sea tu consuelo

Tu sed...

Tu agua se ha gastado en lágrimas.

La resequedad de tu alma

pide tregua para evaporar el dolor.



Te quitaron el aliento...

el minuto dedicado para amar...

el segundo que se ocupa en decir te amo...

ultrajaron el silencio de tu dolor.



Es mi alma la que pide ser tu arma,

mi cuerpo tu escudo,

mi beso tu sombra

y mi voz tu arrullo.



Toma de mi

el balsamo de tu consuelo.

Tu llanto no merece tocar el aire

tu voz no merece recordar

el nombre del verdugo.



Agarra mi mano

desliza tu dolor en mi cuerpo,

calcina tu tristeza en mi pecho

y deja que cargue yo

con el peso de tu corazon.



No mereces

el insomnio de su memoria.

que es el tiempo justo juez

que te dara la libertad

del sufrimiento.